Aunque en esta sala hay bastante de virtual, la foto es real y de eso es lo que se pretende, que parezca que estamos en pleno vuelo. Muchos de nuestros aviones adornan rotondas, ocupan espacios en museos, ayudan a la enseñanza en las escuelas técnicas y otros están tan deteriorados que nadie se acuerda de ellos. Y como un avión se diseñó y se construyó para volar, que final más noble que un avión, o mejor dicho parte de él, sirva para construir un simulador de vuelo. Esta es la historia de nuestro avión 66 que después de volar en Morón, Gando y Talavera sirvió de base para construir uno de los simuladores de vuelo más avanzados que tiene nuestro Ejército del Aire. Eso si, con el cuidado y atención que le prestan mis colegas de electrónica. Buen trabajo.
Alumnos Promoción 2023 con los responsables del simulador.
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