Epílogo

 

Antes de terminar esta bitácora de 230 capítulos, he de decir que he sido un afortunado participando  en primera persona de tan fascinante historia y profesionalmente no me podía haber ocurrido algo mejor. He conocido a miles de personas, hoy muchos de ellos amigos personales, cientos de aviones y muchos lugares de nuestro país y fuera de él. Este bagaje humano es de un gran valor y por añadidura me han aportado conocimientos técnicos que no hubiera tenido, casi seguro, fuera de la Aviación. Gracias a todos los que me habéis acompañado en tan fascinante viaje.